Soy una persona que como cualquier otra pasé por momentos malos y difíciles, busqué ayuda profesional, algunas veces sin éxito y otras con que sí me ayudaron a encontrar la forma de enfrentarme a las situaciones que me impedían llevar una vida tranquila.
Mi vocación por la psicología surge desde la infancia, mi interés por entender cómo funciona la mente y por qué unas personas somos tan diferentes de otras, en un camino donde la formación académica y experiencia personal van de la mano, pues siempre he mostrado más interés por formarme en los problemas que necesitaba superar.
Más tarde mi experiencia profesional me llevó a trabajar con adolescentes con problemas graves de conducta y mi experiencia personal a ser madre de tres niñas que actualmente son adolescentes, estas dos situaciones me llevaron a formarme en resolución de conflictos, intervenciones familiares, terapia de pareja, pues para mí la pareja es fundamental en la evolución de los hijos, además, la inestabilidad y mala relación con la pareja puede desencadenar en algún trastorno de estres, ansiedad o depresión por citar alguno.
Así me decidí a emprender, poniendo al servicio de las personas que lo necesiten, toda mi experiencia y formación, ofreciendo un lugar seguro donde poder expresarse desde la aceptación, sin juicios y con un acompañamiento cercano, sobre todo en las primeras etapas del proceso, para conseguir llevar una vida plena, y no feliz, al menos feliz todo el tiempo, feliz cuando toque y triste cuando toque también, aceptando cada momento de nuestra vida y viviendo con más o menos intensidad pero con mucha presencia, las penas y las alegrías.